VOYEURISMO y PORNOSCOPIA

En este directo, hablamos, entre otras cosas, de:
  • El voyeurismo, también llamado inspeccionismo, es una «perversión» consistente en buscar el placer, de forma preferente o exclusiva, a través de la visión («voyer» es ver, en francés) de actividades sexuales. Voyeurs hay que gustan de ver escenas reales, bien de forma ostensible, bien de forma secreta.
  • La pornoscopia sería la «perversión», estrechamente ligada al voyeurismo, de buscar el placer, de forma preferente o exclusiva, a través de la contemplación o lectura de material pornográfico (libros, grabados, cuadros, esculturas, películas, videos, etcétera). En los tratados clásicos (en el Pellegrini, por ejemplo) inspeccionismo y pornoscopia se meten en el mismo saco.
  • Uno de los puntos más turbios es la determinación de qué material es pornográfico, y cuál simplemente erótico. Un bujarrón voyeur, por ejemplo, puede tener suntuosas excitaciones entreviendo penes en un urinario público («pornoscopia evacuatoria», según Pellegrini). En cambio, nadie en sus cabales apreciaría que tales penes, por lo general encogidos y menguados, puedan ser exhibidos como pornografía per se. Los límites, como en tantas cosas, son los de cada cual, o los que las disposiciones legales aconsejan.

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